En
este artículo pretende explicar de forma muy sencilla los mitos y las
falsedades con respecto a un término que cada día es más utilizado de
forma errónea cuando se habla de educación o adiestramiento canino.
De la misma forma que cuando vamos al médico y
nos diagnostica un virus cuando no sabe reconocer el mal o la
enfermedad, lo mismo ocurre con muchos de los “adiestradores “de perros
en la actualidad.
Cuando alguien no sabe qué le pasa a nuestro perro o cómo afrontar determinadas situaciones, se suele recurrir al comodín infalible:
“Su perro es dominante”.
Pero ¿qué premisas hacen que los perros adquieran el título de “perro dominante”?
- Si me mira fijamente, es dominante
- Si me ladra, es dominante
- Si le muestro una chuche y la coge, es dominante
- Si enrosca la cola, es dominante
- Si mea donde no debe, es dominante
- Si le regaño y gruñe (aunque sea a un cachorro de tres meses), es dominante.
- Si un cachorrito muerde un poco fuerte, es dominante.
- Si el perro no se aparta cuando camino, es dominante.
- Si el perro camina por delante de nosotros, es dominante,
- Si el perro se encuentra a otro perro y lo gruñe, es dominante.
Cualquiera de los puntos anteriormente expuesto se pueden cumplir en nuestros canes, en determinadas
situaciones, como cuando tienen miedo, estrés, o simplemente porque se
trate de un perro “valiente” y seguro de sí mismo, que no quiere decir dominante.
Entonces, ¿todos los perros son dominantes? ¿Cómo solucionar sus problemas si se trata de un perro dominante?
Existen numerosos “tests” para saber si un perro es “dominante”, lo cuales no tienen mucha coherencia
en relación a la dominancia, y más bien, es un chequeo de la
manipulación a la cual está habituado el perro. Os pongo a continuación
un “test” muy utilizado en este aspecto:
“Coge al perro, y ponlo panza arriba, con
las patas en el aire, y ponle una mano en el pecho. Apreta un poco. Si
el perro aguanta sin moverse 5 minutos, según el test se trata de un
perro “sumiso”, si se mueve como loco, según el
test es un perro muy dominante, y si se mueve un poco nada más, según el
test es un poco dominante.”
Como podemos comprobar,
es un test un tanto absurdo en cuanto a la dominancia, lo que si nos
informa este test es del tipo de manipulación humana al que está
habituado el perro, y por lo tanto puede ser un aspecto a trabajar en el
mismo para avanzar en su educación.
Por lo tanto,
casi todo lo que suele hacer un perro inquieto o inseguro, implica que
es “dominante”, con lo cual, podríamos llegar a pensar que ser
“dominante”, puede equipararse a ser impaciente, o ser extrovertido, o
ser curioso, etc, según el caso. Pero la realidad es que cuando hablamos
de “perro dominante” el mundo suele pensar en un “perro agresivo”, y
esto es debido a que tratar una “dominancia” de forma incorrecta,
conduce a que el perro acabe adoptando comportamientos agresivos.
Cuando
alguien va a un conocido “que sabe mucho de perros” o incluso a un
“profesional” y este concluye su diagnostico con “ESTE PERRO ES
DOMINANTE” y no dice nada más, crea un grave problema al dueño.
Y
esto no sólo es un error, sino que puede derivar a diferentes
situaciones no deseables, incluyendo el abandono del perro. Y es lógico,
los pobres dueños angustiados por el comportamiento de su perro, ahora
también empiezan a tenerle miedo…De repente, su dulce perrito se ha
convertido en un monstruo que acabará haciendo daño a alguien, y se
volverá un delincuente canino, que no hará caso, que se volverá
incontrolable y difícil de predecir .
Entonces ¿Qué es lo que ocurre?

El
problema es que cuando pensamos en un perro dominante, nos viene a la
mente la imagen de un lobo lanzándose hacia otro lobo de “rango menor”
para hacerle daño, y equiparamos “dominancia” con esta idea.
Todo
este BOOM entorno a la dominancia viene gracias a los miles y miles de
artículos que han salido entorno a los estudios realizados con lobos, y
la posterior puesta en marcha por muchos “etólogos” y “adiestradores”
por todo el mundo.
Algunos hablan de técnicas punitivas, cual lobo enfurecido para “controlar” una situación que desconoce.
Es cierto
que si ante un comportamiento del perro el cual desconocemos por
completo, aplicamos una técnica punitiva de forma incremental, tarde o
temprano conseguiremos que el perro: o nos muerda, o se sienta
intimidado y desista de su actitud.
Este tipo de
“educación” basada en la intimidación, conlleva graves trastornos
posteriores de conducta, comportamientos que tienden a conductas
agresivas, y en muchos casos, una dependencia obsesiva hacia el dueño.
Aquellos
que basan sus técnicas de adiestramiento en establecerse como alfa
(alpha-roll), deberían plantearse seriamente que es lo que están
haciendo, y que es lo que percibe el perro de su comportamiento. Si un
perro cuando se encuentra a otro perro, adopta una postura de “sumisión”
de forma voluntaria ¿Cómo afectará a su psicología el que le OBLIGEMOS a
adoptar esta postura?? Quizás sea lógico el pensar que el perro piense
que estamos jugando, o lo más probable es que piense que le estamos
castigando por algún motivo que desconoce, y le aplicamos un castigo de
forma muy bruta.
De la misma forma, el hecho de que
“debemos de comer antes que el perro” o “caminar antes que el perro”,
etc, también resulta un tanto ilógico si meditamos un instante.
Los
perros lazarillo, caminan por delante del dueño, guiándoles y
ayudándoles en diversas tareas. En perros de asistencia ayudan a abrir
puertas, en algunos casos arrastran al dueño y en muchas ocasiones le
acercan comida.
En perros de terapia, en algunas
ocasiones el perro puede o debe subirse a la cama, al sofá, y en otras
debe tomar posturas “que solo adoptaría el perro alfa”.
En mushing, un grupo de perros de 2 a
14, o incluso más perros tiran del musher, y de la carga, para lo cual
se posicionan delante del mismo, e incluso llegan a tomar decisiones en
momentos puntuales de peligro.
Según las "teorías de
la dominancia", estamos concediendo al perro un poder que le hará
“dominante” sobre nosotros, y por lo tanto, dejará de hacernos caso,
puesto que le damos el “privilegio” de pasar delante, de acceder a
comida, y de hacer cosas que solo el perro “alfa” debería poder hacer, y
por lo tanto le damos al perro privilegios que le hacen ser “superior a
su dueño”.
Es evidente que las teorías de “alfa-roll”
son incompletas y nos muestran tan solo una pequeña parte de la
“realidad” y que las relaciones entre perros son mucho más complejas y
ricas, y en ellas se establecen toda una serie de “normas” o
“comportamientos” de respeto que van mucho más allá de un simple
comportamiento de imposición.
Por lo tanto, aquellos
que trabajen o piensen en “educar” a su perro, pueden reflexionar
seriamente si lo que quieren es ENSEÑAR a que su perro haga algo, o lo
único que pretenden es OBLIGARLE a hacerlo.
Un perro
de casa puede subirse al sofá, a la cama, comer al mismo tiempo que su
dueño etc, y entender muy bien cuál es su posición dentro de la familia.
Esto significa que el perro sube al sofá con nuestro consentimiento y
es consciente que nosotros le damos ese privilegio, y que cuando
queramos también se lo podemos limitar. Y esto no es cuestión de
dominacia, o de establecerse como alfa, simplemente es educación,
entendimiento y establecer unas normas claras y cumplirlas todos los
miembros de la familia de forma coherente, a fin de que nuestros amigos
peludos las comprendan y no tengan confusiones a la hora de cumplirlas.
Por lo tanto, volviendo
al término de la “dominancia”, el hecho de que un perro sea
“dominante”, ¿implica que deba usar técnicas de imposición para
conseguir las cosas?
¿ DOMINANTE = ABUSON ?Cuando
se habla comúnmente de dominancia, se habla de OBLIGAR al perro a hacer
algo, y las técnicas que se usan van acorde con esta mentalidad.
Desde esa perspectiva, el que “domina” OBLIGA al otro ha hacer algo.
La dominancia en los perros no es exactamente así, sino que más bien, estamos usando técnicas incorrectas basadas en comportamientos de perros que ABUSAN del resto.
Un dictador “domina”, pero no por ello debemos basarnos es sus técnicas para “controlar” a otros ¿no?
Por lo tanto, debemos hacer una gran diferencia entre perros ABUSONES, y perros DOMINANTES.
¿Qué es dominar?
Vamos a profundizar un poco más en lo que significa dominar:
- Un pueblo, país
- Contener, controlar
- Conocer perfectamente: un idioma , un asunto, una actividad.

Puede:
Dominar su vida, sus sentimientos, sus emociones, lo cual nos sugiere
un contexto de autosuperación, pensamiento positivo, etc.
Aunque
también podemos hablar de dominar el mundo, ante lo cual, hay muchas
forma de entenderlo, pero muchos se imaginaran una acción de carácter
agresivo y bélico.
Tenemos tendencia a encuadrar las
cosas dentro de un contexto de imposición y conductas agresivas, cuando
el concepto de “dominar” en si, no tiene nada que ver con ello.
Por
lo tanto, tenemos que separar de forma muy clara cuando un perro
muestra conductas “dominantes”, y cuando muestra conductas “de abuso”.
En
el mundo de los perros, y los estudios sobre ellos, el concepto de
dominancia se mueve entrono a la forma de gestionar la estructura social
de una manada. Es por tanto que, un perro que llamamos “alfa”, “líder” o
“padre” o "perro dominante" no tiene porqué usar la fuerza para
mantener una correcta gestión de su manada, sino que tiene muchas otras
formas de hacerlo.
Inicialmente, y originado por un
estudio en condiciones anti-naturales, se obtuvieron resultados sobre
como un “líder” gestiona su manada mediante técnicas aversivas.
Resulta
extraño pensar que un animal que durante una cacería le es suficiente
hacer un movimiento de cabeza para que el resto de la manada se coloque
de forma estratégica, y tenga que recurrir a la violencia para conseguir
que “le respeten”.
Posteriormente se han hecho más
estudios, tanto el lobos como en perros de diferentes razas, y se han
llegado a conclusiones mucho más amplias, las cuales abren todo un mundo
de posibilidades, y nuevas formas de ver la relación entre animales, y
la relación entre humanos y animales.
Por lo tanto, cuando alguien nos diga que nuestro perro es dominantes, deberemos preguntarnos ¿En que sentido?
- ¿es un perro miedoso?
- ¿es un perro atrevido?
- ¿Es un perro inquieto y nervioso?
- ¿Es un perro tímido con otros perros?
- ¿Es un perro que no sabe controlarse la mordida?
- ¿Es un perro que se sobre-excita mucho jugando?
- ¿Es un perro con mucha inexperiencia e inseguro de si mismo?
- ¿Está habituado a ser “manipulado: acariciado, tumbado, cepillado”?
- ¿Es un perro habituado a jugar con otros perros?
- ¿Es un perro con una socialización correcta o adecuada?
Etc…
Debemos plantearnos todas y cada una de estas preguntas, y empezar a trabajar sobre ello.
No
me vale que me digan que un perro es dominante, eso es tan ambiguo como
decir que un perro es de una raza canina. Si queremos educar
correctamente a nuestros perros, debemos aprender a entenderles, a
respetar su naturaleza y ayudarles a crecer de forma correcta y
respetuosa dentro del entorno urbano en el cual les estamos criando.
En
nuestros años de experiencia con perros de razas nórdicas, hemos ido
introduciendo a cada perro adulto en una manada de machos y hembras, y
hemos podido estudiar las relaciones de manada, su jerarquía, como cada
perro cambia su status cuando llega un nuevo miembro.
Hemos observado que si bien un perro adopta posturas de “dominante” de
cara a cierto individuo, o en determinadas situación, también puede
comportarse como de forma sumisa en otras circunstancias. Así que
podemos concluir el artículo con la siguiente frase:
“Un
perro no es dominante, se comporta de forma “dominante” en determinadas
ocasiones” por lo tanto no forma parte de las características del perro
y mucho menos es un término determinante para solucionar los problemas
de comportamiento canino.
“ Los animales son más
sencillos de lo que creemos, pero el ser humano se empeña en poner
nombres e inventar teorías acerca de su comportamiento, que no son
ciertas”
Autores del Artículo:
Marcos Javier Ibáñez Miriam Perera
Educadores/Adiestradores Caninos
www.takoda.es
Texto Protegido con Copyright.